La mayoría de los motores diesel actuales llevan incorporado un filtro activo de partículas, conocido también como Filtro FAP o Filtro DPF, por sus siglas en francés o inglés. Se trata de un sistema anticontaminante que permite quemar las partículas de hollín generadas durante algunas fases de la combustión, reduciendo el nivel de partículas contaminantes que se expulsan por el escape.
Cuando este sistema falla conduce a la acumulación de hollín afectando directamente el rendimiento y la economía de combustible que con el tiempo tapará por completo el sistema resultando un DPF bloqueado. Si el filtro de partículas deja de funcionar completamente puede provocar daños mayores y/o irreversibles al motor de su vehículo.
Principales síntomas de falla de Filtro DPF:
- Luz testigo Filtro de Partículas DPF o “check engine” encendido.
- No reacciona la regeneración de Filtro DPF a altas RPM.
- Potencia limitada del motor.
- Alta Opacidad y Humo visible.
- Aumento del nivel de aceite.